jueves, 26 de junio de 2014

TTour 2013: Tourist Trophy. Isla de Man (VI)

 
Uno de junio. Primer día de carreras. Quizá por eso me levanté con ganas de un buen chute de adrenalina. A esas alturas ya tenía grabado a fuego uno de los carteles que se pueden ver por la isla: “Know your limits. Respect our roads”. Y así, conociendo mis límites, sin comportarme como un descerebrado, acudí de nuevo a la llamada de La Montaña a darme una alegría. Y me la di, vaya si me la di. Pero al llegar a Creg Ny Baa me prometí a mí mismo que esa era la última vez que lo hacía, porque una vez arriba es muy, muy complicado no calentarse, y más si llevas varios días yendo y te empiezas a conocer el trazado. Al día siguiente era el Mad Sunday. Me habían recomendado no hacer el Mountain Course por cómo va la peña y los accidentes que suele haber. Pero antes de disfrutar ese día tan conocido por los achicharrados de medio planeta, debía gastar lo mucho que me quedaba de este.

lunes, 19 de mayo de 2014

TTour 2013: Tourist Trophy. Isla de Man (V)

 
Mi séptimo día en Man amaneció soleado. Iba a ser un día largo, con muchas cosas que hacer, incluida una mudanza. Es por ello que madrugué y fui uno de los primeros achicharrados del camping en vestirme la cordura y poner rumbo a La Montaña. Procurando no pasarme ni una milla del límite de velocidad, en Sulby vi cómo le ponían una receta a otro motard. “Estos cabrones también madrugan”, pensé. Al día siguiente comenzaba la semana de carreras y estaba claro que habían incrementado la plantilla de policías escondidos con sus magnums tras las esquinas. Podía verse el símbolo de la libra en sus ojos… Al llegar a May Hill de nuevo me encontré el tramo cerrado. Después de casi cuarenta minutos de espera decidí irme. Allí dejé a muchos carbonillas que acababan de desembarcar, aún con los bártulos cogidos con pulpos al colín, con la mirada tensa, fumando, deseando sentirse TT riders.
 

viernes, 16 de mayo de 2014

TTour 2013: Tourist Trophy. Isla de Man (IV)

 

Cuando a uno le aplican un correctivo, normalmente se vuelve más manso, al menos durante un tiempo. Es lo que me pasó la mañana del jueves. No me dejé embaucar por los cantos de sirena al ralentí, y decidí no ir al Mountain Course. La resaca por la receta de la magnum hizo que ese día decidiese hacer turismo por la zona sur de la isla, como un niño bueno. Una vez en marcha estuve un rato detrás de dos compañeros motards a lomos de unas preciosas clásicas de las que no pude ver la marca. Durante el Tourist Trophy, en Isla de Man se ven motocicletas de todas las fábricas, países y épocas, todas cuidadísimas. Es un auténtico deleite para tus ojos. Y es que llegar a una gasolinera, ver una Kawasaki ZXR 750 ’91 impoluta, con un arrugado sexagenario medio calvo pero con una enorme melena canosa y un mono roído, llenándole el tanque, eso amigos… no tiene precio.
 

domingo, 11 de mayo de 2014

TTour 2013: Tourist Trophy. Isla de Man (III)

 
Y entonces llegué a La Meca. Cuando por fin pude rodar en el tramo de La Montaña… lo entendí todo. Por qué van gas a fondo, por qué vuelven año tras año, por qué se juegan la vida. Sentí tan sólo una ínfima parte de lo que deben sentir los TT riders, pero lo comprendí. Rodar con tu moto por todo el circuito que conforma el Mountain Course es un lujo, pero exprimir tu máquina por esa montaña que le da nombre al trazado, pocas horas antes de que pasen los dioses de la velocidad, es una auténtica barbaridad. Lo que se vive ahí arriba es pura magia, que te atrapa y te envenena. No sabría explicaros que ocurre, pero la carretera te pide que te fundas con ella. Sin duda, una de las mejores experiencias que puedes vivir sobre dos ruedas.

jueves, 8 de mayo de 2014

TTour 2013: Tourist Trophy. Isla de Man (II)

 
Allí estaba, durmiendo en posición fetal, con las manos en la entrepierna. Intentando no moverme para no perder ni una pizca del calor que había conseguido reunir en el saco de dormir. Entonces un suave zumbido japonés me rescató de los brazos de Morfeo. Eran las cinco menos cuarto de la mañana y ya era de día. Varios motards ingleses ya se estaban encuerando y calentando sus erres para ir a rodar a La Montaña… ¡Putos quemaos! ¡Benditos quemaos! No pude hacer más que dejarme llevar por la llamada de la manada y comenzar a desperezarme. Ese sería el ritual de mis mañanas en Isla de Man. Despertarme, subirme en la Mille e irme a rodar por el Mountain Course.